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 24 Ene (El Correo Gallego).- Resulta alentador toparse con libros que nos ayudan a entender y valorar las relaciones entre Irlanda y España. Hablo de Los irlandeses en Salamanca, un legado secular, publicado por el Centro de Estudios Salmantinos.

24 Ene (El Correo Gallego).-

El autor del libro, Román Álvarez Rodríguez, nos ofrece una edición actualizada de aquella primera y exitosa versión de 2016, en la que el prestigioso catedrático de la Universidad de Salamanca nos brinda una nueva oportunidad para repasar tanto la presencia de nuestros vecinos irlandeses en nuestro país, como ese vínculo especial a nivel histórico, social, cultural y hasta político entre dos naciones desde antaño consideradas hermanas.

Y aunque el título del libro alude a la conexión charra, su narrativa nos ayuda a repasar también de manera diacrónica y detallada los profundos vínculos existentes entre Galicia e Irlanda.

Hablamos de un texto ameno y cuidado, que sorprende a quien desea empaparse de una relación biunívoca entre dos territorios más afines de lo que podríamos imaginar. De ahí que su valor académico a nivel filológico, histórico, político y hasta jurídico, sea compatible con lo que le ofrece a quien sólo busca una lectura placentera.

Román Álvarez también nos recuerda la labor realizada en Galicia por el Instituto Universitario de Estudios Irlandeses Amergin; un centro dedicado precisamente a investigar y reivindicar, desde la Universidade da Coruña, esos vínculos y esa hermandad con la que no sólo Galicia y Castilla y León, sino toda España, se siente identificada.

Este lúcido ensayo, que ya es un referente en el campo de los estudios irlandeses, nos permite repasar en el primer capítulo y a un tiempo, la historia de Irlanda y la nuestra, desde tiempos prehistóricos y mitológicos hasta la época actual. El segundo ilustra la relación entre los irlandeses y la Corona española. El tercer capítulo hace un repaso de los colegios irlandeses en la Península, centrándose el cuarto en “el Colegio de los Nobles Irlandeses de Salamanca”.

Seguidamente, nos propone un análisis de la administración, la vida colegial, y las ubicaciones y sedes que los irlandeses disfrutaron en Salamanca. Y así sucesivamente hasta el final de un volumen cargado de personajes ilustres de la política, el clero y la sociedad civil, sin olvidar una sección dedicada al deporte y a la labor de los irlandeses a la hora de popularizar el fútbol.

El papel de los irlandeses en la Guerra Civil, la transformación del Colegio Fonseca salmantino en Universidad, y los vínculos que permanecen entre ambos contextos geográficos completan un volumen lleno de ilustraciones que, además de enseñar y entretener al lector, le abren al investigador las puertas de los más relevantes archivos y bibliotecas, y las páginas de las más decisivas referencias bibliográficas.