Español de origen irlandés, descendía de Calvagh O´Donnell, jefe del clan de los O´Donnell y lider de Donegal (Ulster)
Nace en el seno de una familia de gran tradición militar: Su tío fue Enrique José O´Donnell, conde de La Bisbal. O´Donnell continúa esta tradición ingresando en el regimiento de infantería Imperial Alejandro con el grado de subteniente.
A la muerte de Fernando VII en 1833, estalló la primera guerra carlista entre los partidarios de la hija de Fernando, Isabel II (isabelinos) y los de su tío (hermano de Fernando VII) Carlos María Isidro de Borbón (carlistas); O´Donnell, que ostentaba por entonces el grado de capitán, se alineó en el bando isabelino, a pesar de tener hermanos y a su padre en el bando carlista. Por sus distintos hechos de armas en el conflicto, ascendió sucesivamente a coronel, luego a brigadier y en junio de 1837 a mariscal de campo.
En 1839, es nombrado Capitán General de Aragón, Valencia y Murcia. Al vencer al general Cabrera en Lucena, se le concedió el título de conde de Lucena y ascendió a teniente general.
Por sus convicciones moderadas, tuvo que emigrar a Francia, tras la revolución progresista de septiembre de 1840 que provocó la renuncia de María Cristina de Borbón-Dos Sicilias (madre de Isabel II) a la regencia.
En 1841 figura en la conspiración moderada del general Diego de León, contra la regencia del general Espartero. En ella, O´Donnell había recibido el encargo de alentar la sublevación militar de Pamplona, pero, al fracasar en Madrid el asalto al Palacio Real, intentado por León el 7 de octubre, tuvo que volver a refugiarse en Francia.
En 1844, estando el general Narváez en el poder, se le nombró capitán general de La Habana, cargo que ostentó hasta 1848. Al regresar a la península fue nombrado senador y director general de la Academia de Infantería de Toledo.
Desde 1853, empieza a interesarse por la política activa y en junio de 1854, al frente de un batallón de Infantería y unido al general Dulce, se levanta contra el Gobierno; éste envía al general Blaser a enfrentarse con él. El encuentro tuvo lugar en Vicálvaro y tras un combate simulado (se conoce como la Vicalvarada), ambos militares se retiraron, quedando a la espera, hasta que el 7 de julio se publicó el Manifiesto de Manzanares, redactado por Antonio Cánovas, que atrajo a su bando a gran parte del ejército. Con el triunfo revolucionario, Espartero es nombrado Presidente del Consejo de Ministros y O´Donnell ocupa la cartera de Guerra.
En las nuevas Cortes formará un nuevo grupo político conocido como Unión Liberal. Partido con el que tratará de unir a moderados y progresistas.
Tras la caída de Espartero en julio de 1856, le sucedió O´Donnell formando un gobierno que duraría hasta octubre de 1857, año en que sería sustituido por Narváez.
Vuelve al poder en julio de 1858. Durante este gobierno declara la guerra a Marruecos el 22 de octubre de 1859, y O´Donnell se coloca al mando de las tropas, ocupando Tetuán (febrero de 1860). El tratado de Tetuán, que puso fin a la guerra, reconoció las posiciones españolas en el norte de África y amplió el territorio de Ceuta. La victoria le valió el título de duque de Tetuán con Grandeza de España.
En 1862, con aprobación de la reina Isabel II, envío a Sudamérica de una expedición de estudio científico escoltada por cuatro navíos de guerra bajo las órdenes del vicealmirante Luis Hernández-Pinzón Álvarez (descendiente directo de los hermanos Pinzón). Estas naves eran las fragatas gemelas a hélice Triunfo y Resolución, la corbeta de hélice Vencedora y la goleta protegida Virgen de Covadonga. El propósito que llevó a las autoridades de Madrid a incluir naves de la armada en una misión de estudio, no sólo fue para exhibir la patente de Potencia, costumbre por cierto extendida a los países europeos como Gran Bretaña, sino para que aquellas sirvieran como elementos de apoyo a una serie de reclamos presentados por ciudadanos españoles residentes en las Américas. Esto derivó en la Guerra Hispano-Sudamericana (1864-1883).
Gobernó hasta febrero de 1863, cuando por presiones del Partido Moderado presentó su dimisión, siendo sustituido por el marqués del Duero. De su gobierno cabe destacar la rápida expansión de las líneas de ferrocarril, además de la guerra contra Marruecos, guerra de relevada importancia al devolver a los españoles el patriotismo ansiado por el Duque de Tetuán. En 1865, las protestas estudiantiles (por el cese de Emilio Castelar) y la sangrienta represión por el gobierno (Noche de San Daniel), llevan de nuevo a O´Donnell a la presidencia del Gobierno y al ministerio de la Guerra. Tras la sublevación de sargentos de San Gil, el 22 de junio de 1866, y enfrentado con Isabel II, O´Donnell deja su cargo y marcha a Biarriz en donde muere el 5 de noviembre de 1867.
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